Esta alerta, es la primera de su tipo, que emite la Secretaría de Salud desde la crisis sanitaria por el virus de Influenza humana AH1N1.
Con motivo del rápido aumento de casos de dengue en el país y la presencia atípica de varias subespecies del virus transmisor de la enfermedad, se hace necesario tomar medidas más o menos urgentes.
La situación epidemiológica valorada como de extrema preocupación es el repunte del Dengue Hemorrágico, considerado el más letal, luego de haberse detectado que entre un veinte y veinticinco por ciento de los casos de dengue lo experimentan personas que han sido infectadas en una nueva ocasión por alguno de los varios serotipos que circulan en nuestro país, circunstancia que predispone al paciente a formas más graves de la enfermedad.
El panorama difícil lo completa: la sorpresiva presencia del mosco transmisor del dengue en lugares donde antes no podía sobrevivir, como son las zonas frías y superiores a los mil quinientos metros de altura sobre el nivel del mar, el breve tiempo que lleva su replicación, la circulación inédita de todos los serotipos simultáneamente en el ambiente, la resistencia que han mostrado algunas mutaciones al DDT y así como las favorables condiciones para su reproducción que han significado las intensas lluvias de las últimas semanas.
Los síntomas del Dengue varían de acuerdo a la edad del paciente:
• En los bebés y niños menores son comunes las fiebres y erupciones cutáneas.
• En niños mayores y adultos fiebre elevada, cefalea frontal abrupta y muy intensa, salpullido semejante al sarampión en cuello y tórax, pérdida del apetito, vómito, síntomas de infección respiratoria, así como dolores musculoesqueléticos y detrás de los ojos.
Los casos más severos, conocidos como dengue hemorrágico, son complicaciones capaces de provocar la muerte del enfermo las cuales se caracterizan por fiebre de hasta cuarenta y un grados, inflamación del hígado, líquido en abdomen, dolor de estómago intenso y continuo, insomnio, sed exagerada, hemorragia nasal o gingival, vómitos frecuentes con o sin sangre, puntos rojos o moretones en la piel, evacuaciones de sangre, y en algunos casos signos de insuficiencia circulatoria, respiración difícil, estado mental alterado y convulsiones, entre otras.
Para prevenirnos de la picaduras, se recomienda:
• Aplicar repelente en todas las partes susceptibles de picadura, especialmente a niños y a personas mayores.
• Consumir vitaminas del complejo B, las cuales impiden a través de la transpiración que los zancudos se acerquen (la encontramos en proteínas como pescado, pollo, carne de res, huevos, productos lácteos, los vegetales de hojas verdes y legumbres).
• Instalar en puertas y ventanas mallas y telas metálicas especiales para impedir la entrada de mosquitos.
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Utilizar aerosoles, fumigadores de combustión lenta y vaporizadores durante las primeras horas de la mañana y las últimas horas de la tarde que son las horas de actuación del zancudo.