El 50% de los músicos tiene algún problema de audición.

Los músicos están expuestos entre 3 y 8 horas diarias a sonidos que rondan los 80 o los 100 decibelios y son niveles que superan los aceptables para la salud de los oídos. Otros tipos de trastornos auditivos que afectan a los músicos son la hiperacusia, una intolerancia a sonidos habituales percibidos como muy altos; los acúfenos, molestos pitidos en los oídos;  o la diploacusia, distorsión de la frecuencia que hace que un sonido sea percibido de manera diferente en cada oído. Ante la exposición a altos niveles de sonidos los músicos debieran utilizar tapones para los oídos u otro tipo de filtros de sonidos que permitan atenuar el impacto sonoro y evitar el trauma acústico.