La producción normal de la voz depende, en gran medida, de una adecuada hidratación de las cuerdas vocales.
La deshidratación de las cuerdas vocales aumenta el umbral de presión de la fonación e incrementa la rigidez y la viscosidad de los tejidos. Esto produce un aumento en el esfuerzo fonatorio y el compromiso en la cualidad de la voz.
Por lo tanto, para mantener una producción fácil de la voz (sin esfuerzo), es necesario contar con propiedades viscoelásticas óptimas en las cuerdas vocales dadas por una correcta hidratación.
Varios estudios han reportado que una buena hidratación puede prolongar el tiempo de uso de la voz antes de que las personas sientan fatiga vocal.
La deshidratación de las cuerdas vocales puede ser el resultado de cambios ambientales, cambios en el estado fisiológico del cuerpo, factores emocionales y también por el proceso normal del envejecimiento.
Algunas medidas prácticas para mantener una adecuada hidratación de las cuerdas vocales son:
1) Ingerir 2.5 litros de agua al día. Se sugiere que los profesionales de la voz aumenten esta cantidad antes de la actividad vocal a realizar.
2) Consumir frutas que contengan gran cantidad de agua también ayuda mantener una correcta hidratación (melón, sandía, uva, pepinos, piña, etc.)
3) Evitar ambientes secos como el resultado por el aire acondicionado o ambientes con humo de cigarro. Si eventualmente es imposible evitarlos, ingiera más agua de lo normal.
4) Es recomendable utilizar humidificadores ambientales.
5) Consultar al Otorrinolaringólogo sobre el uso de mucolíticos para manejar el contenido de agua y por ende la viscosidad y efecto de lubricación.
6) Durante la respiración en reposo (cuando no se está hablando ni cantando) ingrese siempre el aire por vía nasal, no por boca. La respiración oral produce deshidratación en las vías respiratorias.
7) Evitar el consumo de ciertos medicamentos que producen deshidratación de las mucosas, tales como: diuréticos, antihistamínicos, antitusígenos, antihipertensivos, medicamentos psicoactivos, corticoesteroides, algunos medicamentos para controlar el reflujo gastroesofágico, descongestionantes y antidiarréicos.
