La voz es un privilegio único de los humanos. Somos el único ser vivo que puede producir voz y no solo sonidos. La voz es única de persona a persona y nos distingue de entre los demás. Para su ejecución es necesario aprender a hacerlo, no nacemos con ella sino que la vamos adquiriendo, nuestro cerebro va aprendiendo a pronunciar palabras, va dándole sentido a los sonidos que emitimos y los va clasificando de manera tal que podamos tener voz y lenguaje.
Para poder emitir la voz se requieren de varias estructuras y la combinación de ellas nos producirá finalmente la voz. ¿Pero porque los humanos si podemos hablar y los demás seres del mundo animal solo producen sonidos? Esto en realidad sigue siendo un misterio de la vida, pero lo que sí se sabe es que es una habilidad desarrollada y perfeccionada con el tiempo.
Pero, ¿Cómo podemos emitir voces? Es algo que hacemos por inercia durante el día, no somos conscientes del proceso que tomó para llegar a tener la voz y el lenguaje que usamos, pues lo aprendimos de muy niños. Las tres partes principales de nuestro cuerpo que utilizamos para hablar son nuestros pulmones (para el suministro de aire), nuestras cuerdas vocales, (para hacer sonidos vocales) y nuestra lengua, labios y mandíbula, (para articular palabras).
El hecho de que la voz es una habilidad compleja, donde intervienen varias estructuras de nuestro cuerpo, hace que también se pueda alterar con facilidad. Si quisiéramos identificar que nos hace especiales para producir voz, es el dominio y desarrollo de la laringe o caja de la voz, es aquí donde están las cuerdas vocales, y otras estructuras que son clave en la producción de la voz, la epiglotis, las aritenoides, los pliegues aritenoideos, los pliegues ariepiglóticos, las cuerdas vocales falsas y los músculos y nervios que permiten su movimiento.
Por todo esto cualquier alteración por mínima que sea en alguna de las estructuras descritas, producirá una alteración de la voz que puede ser temporal o permanente, pudiendo causar disfonía (disminución de la voz) o afonía (ausencia total de voz).
¿Cómo podemos evitar dañarnos la voz?
1.- No gritar:
Educar a los niños a hablar sin gritar, predicar con el ejemplo.
2.- Hidratarse mucho:
Mucho líquido en especial al hablar mucho en especial tomar agua.
3.- No fumar:
Ni cigarro, ni habano, ni cigarro electrónico, y evitar a los que lo hacen.
4.- Hacer pausas en conferencias o eventos:
No hablar por horas sin descanso, en especial los maestros o conferencistas deben de organizarse para hablar con recesos e hidratarse mucho durante sus exposiciones.
5.- En infecciones de la vía aérea no hablar mucho, menos gritar:
Al estar inflamada el área de la laringe (área donde están las cuerdas vocales) se pueden dañar de manera que se inflamen o dañen.
6.- En lugares abiertos o salones grandes usar micrófono
7.- Si es profesional de la voz (cantante, maestro, orador, etc.) asesórese de un experto como profesor de canto, o foniatra según el caso para evitar dañarse sus cuerdas vocales por un mal uso de las mismas.
8.- En caso de disfonía o cambios en la voz, o tos persistente por más de
2 semanas ¡hay que ser valorado por un Otorrinolaringólogo!
El especialista, en caso de considerarlo necesario, además de la valoración habitual de oído nariz garganta y cuello, le propondrá realizar un estudio de fibroscopía laríngea, donde se evalua de manera precisa la laringe y en el caso necesario documentar las posibles alteraciones de las cuerdas vocales o laringe que estén ocasionando los cambios en su voz.