El ahogo por inmersión (en agua) es la segunda causa de muerte en niños de 0 a 19 años.
Y aunque la primera es el accidente de tránsito, una alberca es 14 veces más riesgosa que un vehículo cuando se habla de menores fallecidos antes de los cinco años.
Aunque las albercas son la principal causa de asfixia por inmersión en verano, no hay que olvidar que un niño puede ahogarse en pocos centímetros de agua: bañeras, baldes, canales o piscinas plásticas. Por la cual se recomienda vacíarlas después de su uso y así también evitamos la propagación del Dengue.
Nunca deje solo a un niño cerca de una alberca o en la playa o hasta en la misma bañera.
Aunque sepa nadar, siempre debe estar vigilado por un adulto.
Explíquele a sus niños que no deben jugar o correr en el borde de la alberca ya que puede golpearse la cabeza y caer inconscientes al agua.
Evite los clavados, por el alto riesgo de lesiones de la columna cervical.
No permita que sus hijos se bañen recién alimentados.
Recuerde que los niños, ya a los 3 minutos pueden quedar con daño neurológico de por vida.
En caso de ahogo, lo más importante es actuar con rapidez y calma:
• Saque lo antes posible al niño del agua.
• Si respira, póngalo de costado (posición de recuperación) y llame una ambulancia.
• Si no respira, inicie de inmediato la respiración boca a boca y masaje cardíaco. No se dé por vencido muy pronto. No extraiga el agua de los pulmones o estómago. Sólo demora la reanimación.
• No le quite o cambie la ropa, la baja temperatura es un aliado en estos casos.
• Es mejor una reanimación mal hecha, que ninguna.
Maniobras de reanimación:
• Revisar que nada obstruya las vías aéreas.
• Si no responde, comience reanimación y que alguien pida ayuda.
• De espaldas sobre una superficie dura, ponga una mano en la frente y la otra bajo el mentón. Eche la cabeza hacia atrás y levante el mentón.
• Haga 2 respiraciones de rescate. Si no respira, apriete la nariz, tape la boca del niño con su boca y déle una respiración por 1 segundo. La respiración debe hacer levantar el pecho. Si no sucede, reposicione la cabeza y dé una segunda respiración.
• Comience compresiones del pecho.Comprima fuertemente el tórax en el esternón (hueso del centro) a la altura de una línea imaginaria entre los 2 pezones en 1/3 a ½ de su profundidad. Presione 30 veces a una frecuencia de 100 compresiones por minuto.
• Repita pasos 2 a 4 con un ritmo de 2 respiraciones y 30 masajes cardíacos hasta que comience a moverse o llegue ayuda médica.
• Traslade de inmediato al niño al Servicio de Urgencia más próximo, manteniendo las maniobras de reanimación en todo momento.
