El olfato nos transmite sensaciones de nuestro entorno, las cuales podemos disfrutar o rechazar.
La pérdida o el deterioro de la capacidad olfativa disminuye nuestra capacidad de alerta, de prevención frente a alimentos en mal estado, de humos, gases tóxicos, etc. impactando negativamente en nuestras vidas.
Ignorar un deterioro en el olfato puede ocasionar un despido laboral o un accidente mortal.
La pérdida del sentido del olfato puede ser el resultado de 300 enfermedades, entre las que se incluyen desde un simple catarro o una alergia hasta una gran variedad de tumores.
Muchos tipos de trastornos del olfato son reversibles.
