En general, un buen número de niños menores de 2 años, por su naturaleza anatómica, tienden a ser hipersecretores bronquiales, es decir, que producen más secreciones mucosas de lo normal, predisposición que se normaliza después de esa edad, y que se manifiesta con infecciones virales.
Esto se debe a que tienen más glándulas secretoras por centímetro cuadrado que un adulto en sus vías respiratorias.
Como los pequeños no saben toser o poseen una tos poco efectiva entonces las secreciones no son expulsadas y permanecen en el aparato respiratorio aumentando la posibilidad de infectarse.
En los bronquios esta secreción obstruye y se infecta con facilidad, produciendo infección e inflamación crónica con deterioro progresivo de la función pulmonar.
Por esta razón todo lactante con síntomas respiratorios recurrentes o crónicos, debe ser evaluado por el especialista en enfermedades respiratorias
El lactante o preescolar que tose con flemas de manera recurrente o permanente, requiere atención pues este síntoma en algunas ocasiones puede ser la manifestación de una patología subyacente, como el asma bronquial, u otras enfermedades respiratorias crónicas más severas como la fibrosis quística.
Esta característica hace mas apremiante el buen control de las secreciones de vías áereas superiores (nariz y senos paranasales) pues combinadas con las vías respiratorias inferiores pueden condicionar a que se presenten recurrencias de infecciones. Por eso si su hijo presenta secreción nasal persistente, o tos intermitente hay que detener el proceso antes de que se complique con infección. Recuerde que si bien es común no es normal que un niño traiga secreción nasal (mocos), atiéndalo a tiempo con un especialista.
Alergias, virus -como el sincicial-, y la contaminación ambiental e intradomiciliaria, son algunos de los principales factores que hacen que los niños sean hipersecretores,y requieren de un tratamiento que contribuya a la ventilación pulmonar e higiene bronquial y así favorecer la eliminación de secreción de la vía aérea a través de una tos más efectiva, de modo que las secreciones se puedan movilizar con mayor facilidad dentro del aparato respiratorio.