Los niños con Síndrome de Down presentan con más frecuencia infecciones respiratorias altas, alteración de la forma y la función de la trompa de Eustaquio (conducto que se encarga de ventilar el oído medio) debido a la hipotonía muscular.
Se pueden presentar también más episodios de rinorrea (secreción nasal) y sinusitis debido a la mayor frecuencia de infecciones de la vía aérea superior.
Más del 80% de los niños con síndrome de Down tendrá hipoacusia de transmisión producida por una otitis media secretora.
En relación con la boca existe un mayor crecimiento de la lengua, sumado a la hipotonía muscular lo que favorecen la aparición de apneas del sueño y respiración bucal (hasta el 70-80% de los niños con síndrome de Down).
Todo esto debe ser evaluado junto con el tamaño del tejido adenoideo y amigdaliano ya que muchas veces si bien no está necesariamente muy grande, en el contexto de lo antes explicado, puede ser necesaria una cirugía de adenoides y amígdalas para lograr una vía aérea superior más despejada y minimizar o evitar el síndrome de apnea obstructiva del sueño, con todas sus consecuencias.